Definiciones para una convivencia armoniosa en el ámbito escolar
Los conflictos son situaciones inevitables en cualquier comunidad, y en el entorno escolar,
no son excepción. Es importante entender que un conflicto no siempre es algo negativo. De hecho,
los conflictos pueden ser oportunidades de aprendizaje y crecimiento personal. A medida que los
niños crecen y se desarrollan, experimentan una variedad de emociones y enfrentan diferentes
perspectivas, lo que puede conducir a desacuerdos o malentendidos entre ellos.
Hoy en día, el conflicto escolar se define como cualquier situación en la que surgen
desacuerdos, tensiones o enfrentamientos entre los estudiantes, o entre los estudiantes y otros
miembros de la comunidad escolar. Estos conflictos pueden manifestarse de diferentes maneras y
abarcar una amplia gama de temas, desde disputas personales hasta diferencias culturales o
problemas relacionados con el aprendizaje. Algunas características comunes a todos los conflictos
son:
Involucran a las personas con sus emociones
Poseen una secuencia de episodios comunes en su
desarrollo
Son originados por causalidades múltiples
Atentan contra la estabilidad del clima áulico
Como toda situación dinámica, un conflicto tiene diversos estadios por los que trascurre.
Conocer sus etapas y qué ocurre en ellas sirve justamente para prevenirlo.
ETAPAS
Conflicto latente: sensación de malestar tal vez proveniente de una
resolución imperfecta de un conflicto anterior.
Conflicto percibido: aún no se manifiesta pero hay indicios de malestar y
tensión. Etapa en la cual se puede intervenir para evitarlo.
Conflicto sentido: involucra a los actores desde la tensión.
Conflicto manifiesto: se evidencia desde la agresión de alguna o de todas las partes intervinientes
Conflicto manifiesto: se evidencia desde la agresión de alguna o de todas las partes intervinientes
En la actualidad, existe un enfoque más amplio y comprensivo hacia el conflicto escolar, que
busca abordarlo de manera preventiva y promover la resolución pacífica y constructiva de los
desacuerdos. Se reconoce la importancia de fomentar la empatía, la comunicación efectiva, la
gestión de emociones y el respeto mutuo como elementos clave para la prevención y resolución de
conflictos. A pesar de esto, la respuesta de las personas ante una situación de conflicto no siempre
es la misma, pudiéndose clasificar en tres tipos según cómo se reacciona ante tal situación:
El conflicto escolar no debe ser visto únicamente como un problema, sino también como
una oportunidad de aprendizaje y crecimiento para los estudiantes. Al proporcionarles las
herramientas adecuadas para abordar los conflictos de manera positiva, podemos ayudarles a
desarrollar habilidades sociales, resiliencia emocional y capacidad para resolver problemas,
promoviendo así un entorno escolar saludable y equitativo.
A esta altura cabe la pregunta acerca de qué es y qué no es un conflicto escolar. El siguiente
listado no pretende agotar todas las posibilidades pero enmarca la acción de mediación sobre la
cual hablaremos a continuación.
SON CONFLICTO
Peleas físicas o agresiones entre estudiantes.
Acoso verbal, insultos o burlas hacia un
compañero de clase.
Diferencias culturales o raciales que generan
tensiones o malentendidos.
Disputas sobre la propiedad o uso de objetos
personales.
Rumores o chismes maliciosos que afectan la
reputación de un estudiante.
Competencia excesiva o rivalidad no saludable
entre estudiantes.
Dificultades para trabajar en equipo o
conflictos en proyectos grupales.
Problemas de comunicación entre estudiantes
o entre estudiantes y docentes.
Diferencias de opinión o desacuerdos en el aula
que causan tensión
NO SON CONFLICTO
Diferentes preferencias o gustos personales de
los estudiantes.
Estilos de aprendizaje diferentes entre los
estudiantes.
Diferentes ritmos de aprendizaje de los
estudiantes.
Expresión de emociones o sentimientos sin
dañar o perjudicar a otros.
Diversidad de opiniones en debates o
discusiones en clase.
Actividades competitivas saludables y
respetuosas entre estudiantes
Preferencias de amistad o grupos sociales
diversos en el entorno escolar
Cambios de roles o responsabilidades en
proyectos o actividades escolares.
Expresión de creatividad y originalidad en
tareas o proyectos individuales.
La mediación consiste en una serie de procedimientos de resolución de conflictos en la cual
un tercero, neutral, ayuda a las partes para que en forma cooperativa encuentren una solución a su
disputa. Se basa en lograr una buena comunicación que clarifique el conflicto y permita una
negociación al respecto. Su objetivo es transformar a los adversarios en protagonistas de la
búsqueda de una solución. Aplicada a la vida escolar tendrá como objetivos:
-Construir un sentido más fuerte de cooperación y comunidad entre los estudiantes.
-Mejorar el clima del aula por medio de la disminución de la tensión y la hostilidad.
-Desarrollar el pensamiento crítico y las habilidades en la resolución de problemas.
-Resolver disputas menores entre iguales que interfieren con el proceso de educación.
-Favorecer la autoestima en cada uno de los miembros del grupo al hacerlos sentirse útiles y
capaces de elegir.
-Favorecer la comunicación y las habilidades para la vida cotidiana.
La intervención de los diferentes actores involucrados en un conflicto se realiza
tempranamente y es, en general, el docente quien detecta dicho problema en su etapa de latencia.
Muchas de las situaciones presentadas que no revisten carácter de conflicto son solucionadas al
interior del aula con intervenciones acertadas, diálogos y acuerdos de convivencia. La intervención
del Equipo Directivo ante situaciones de conflicto que no se resuelven en el corto plazo despliega
una serie de instrumentos que se aplican con el posterior análisis de situaciones. Entre otras
intervenciones pueden mencionarse el diálogo de las partes involucradas, la escucha atenta, la
implementación de dispositivos escritos y las jornadas de reflexión sobre los valores.
Ante la pregunta acerca de cuál es el rol de la familia en la resolución de conflictos escolares
podemos afirmar que el núcleo familiar desempeña un papel fundamental ya que su participación
activa y colaborativa puede contribuir en gran medida a promover un entorno armonioso y apoyar
el bienestar emocional de los estudiantes. Es importante que los adultos responsables del
cuidado dialoguemos cotidianamente con los niños sobre sus sentimientos, experiencias y
dificultades en lo social, tanto como lo hacemos sobre rendimiento escolar, responsabilidades y
cuidados físicos. Es central comprender también que hoy en día, los espacios sociales virtuales son
muy relevantes y es allí donde se juega en gran medida la sociabilidad de nuestros hijos.
Autor:
Prof. Pablo Mlinarovitz
Director de Primaria Castellano.